Lucas 6:38

Lucas 6 38

Dad, y se os dará. Se echará en vuestro regazo una medida buena, apretada, remecida y rebosante. Porque con la medida con que midáis, se os medirá.

Lucas 6:38

En este versículo Jesús nos enseña sobre el principio de sembrar y cosechar, donde cosechamos lo que sembramos. Esta es una promesa de recompensa para aquellos que dan generosamente a los demás. Jesús nos anima a ser generosos con nuestros recursos, ya sea tiempo, dinero o talentos, ya que seremos recompensados a cambio.

Jesús usa imágenes de un agricultor sembrando semillas en un campo, donde el agricultor primero debe sembrar su semilla en la tierra, para luego cosechar una cosecha. De manera similar, cuando damos a los demás, estamos sembrando una semilla y podemos esperar recibir una cosecha a cambio. Jesús también habla de la medida "apretada, remecida y rebosante", lo cual habla de abundancia y generosidad.

Dar es un aspecto fundamental del cristianismo y es una expresión del amor de uno por Dios y por los demás. Dar puede tomar muchas formas, desde dar dinero a organizaciones benéficas, voluntariado o simplemente ayudar a un amigo que lo necesita. Es un acto de desinterés y humildad, ya que requiere poner las necesidades de los demás antes de las nuestras.

Además de los beneficios materiales que puede traer el dar, también tiene beneficios espirituales. Dar puede ayudarnos a cultivar un espíritu de generosidad y a ser más como Jesús, quien dio libremente y con sacrificio.

En conclusión, Lucas 6:38 es un poderoso recordatorio de las bendiciones que provienen de dar. Nos enseña que cuando damos generosamente y desinteresadamente, seremos recompensados a cambio. Dar es una expresión de amor y una manera de llegar a ser más como Jesús. Es un llamado a seguir su ejemplo de generosidad, humildad y desinterés.

Querido Dios, hoy vengo a ti con un corazón lleno de gratitud por todas las bendiciones que me has otorgado. Me siento honrado por el amor que me has mostrado, y quiero reflejar ese amor en todo lo que hago. Te pido tu ayuda para convertirme en una persona más generosa. Sé que el verdadero dar viene de un corazón lleno de amor, y oro para que me llenes de tu amor. Ayúdame a ver las necesidades de los que me rodean y dame la sabiduría y los recursos para satisfacer esas necesidades. Dame un corazón generoso, que esté ansioso por dar de mi tiempo, dinero y talentos. Ruego que a través de mis ofrendas pueda traer gloria a tu nombre y ser un reflejo de tu amor para el mundo que me rodea. Amén.