La Sabiduría

El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Proverbios 1:7

Versículo del día: febrero 3, 2023

El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.

Proverbios 1:7

Hay muchos que quieren buscar sabiduría fuera de Dios, pero la sabiduría y Dios son inseparables. Salomón, el escritor del libro de los proverbios, conocía muy bien la importancia de la sabiduría. Cuando tuvo la oportunidad de pedirle a Dios cualquier cosa, el no le pidió riquezas, mujeres, poder, o victorias. Salomón le pidió sabiduría a Dios.

Salomón simplemente deseaba ser un buen rey y gobernar a su gente de la mejor manera. Fue un hombre temeroso de Dios que deseaba también agradar a Dios con su vida. Dios lo hizo el hombre mas sabio del mundo, y como su petición le agrado tanto a Dios, lo hizo también el hombre mas rico del mundo.

Usa la sabiduría para pedir bien

Muchas veces no recibimos lo que pedimos de Dios porque pedimos mal. Los motivos detrás de nuestras peticiones deben ser examinadas. ¿Estas pidiendo finanzas para engrandecerte? ¿Estas pidiéndole a Dios un carro para escaparte de tu familia? Cual quiera que sea la petición, tenlo por seguro que Dios conoce las profundidades de tu corazón mas de lo que te imaginas.

Dios quiere bendecirte a ti y a tus generaciones, pero también conoce el límite de nuestra naturaleza pecaminosa. Cuando pidamos a Dios, busquemos agradar a Dios con nuestras peticiones. En vez de buscar cosas pasajera, busquemos ser los mejores padres, los mejores hijos. En vez de cosas materiales, busquemos estar cerca de Dios.

Cuando tu buscas primero a Dios todas esa otras cosas se añaden (Mateo 6:33). Lo mejor que podemos hacer es poner a Dios en primer lugar. Es por esto que el texto dice que el principio de la sabiduría es el temor de Jehová. Comienza agradar a Dios con tus peticiones.

Oración

Padre te doy gracias por ensañarme tu palabra. Hoy veo que obedecerte y agradarte es lo mas sabio que puedo hacer. Perdona mis fallas, perdona todas esas veces que he pedido mal. Ayúdame a ser el mejor padre y el mejor hijo. Que tu tomes prioridad en mis deseos y en toda mi vida. Te lo pido en el nombre de Jesús, amén.