Versículo del día: febrero 2, 2023
Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra.
Salmos 2:7-8
Una vez más, la biblia nos recuerda que somos hijos de Dios. El hijo de un rey tiene un lugar muy especial y un titulo muy especial. El hijo del rey, o el principe, tiene todo por herencia de su padre. Aunque no es el que manda, tiene posesión de todo y el derecho a reclamar lo suyo.
¿Cómo debemos actuar como hijos de Dios?
En este salmo, David nos da una idea de como debemos vivir confiados en Dios. David esta claramente confiado en que Dios es mas poderoso que sus enemigos. Nos describe como Dios se burla de los que se levantan contra él y su ungido.
Así como un hijo se esconde detrás de su padre—estamos protegidos por Dios. Dejemos nuestros enemigos en las manos de Dios, él ha dicho “mía es la venganza”. Dejemos que él se encargue de ellos.
Nuestra herencia como sus hijos
Como todo un padre bueno, a Dios le gusta que sus hijos lo busquen y le pidan. Todos queremos algo de Dios, tenemos necesidades, anhelos y sueños. Pero no todos buscan a Dios para pedirle. Entrar en la búsqueda de Dios es mas que hacer una oracion compuesta por tu lista de peticiones. Buscar a Dios es apartar un tiempo de intimidad con él, buscar agradar su corazón tanto que nos mire con una sonrisa y nos diga “me has agradado tanto, pídeme lo que tu quieras y te lo dare”.
Tal como un principe o princesa, todo esta a nuestro alcance. Lo que hará la diferencia en tu vida es si te identificas así o no. Si caminas como alguien sin padre, tu destino no sera hacia un lugar agradable. Pero si caminas como un hijo de un rey, tu camino sera hacia el palacio de tu padre.